Después de una buena kilometrada llegamos a Nekaupstadur y nos alojamos en el hotel Edda del lugar. Este hotel, como creo que todos los Edda, son residencias de estudiantes durante el resto del año (claro, con tanta carretera helada), por lo que al entrar en la habitación vino un olor extraño y desagradable y vimos que la habitación era muy-muy sencilla por el precio que pagamos.
Llegamos el día de las fiestas del pueblo y salimos para ver el "festival". Muy cerca del hotel había mucha gente sentada en el césped viendo como dos chicos montaban el espectáculo (cantaban y bailaban la discografía de Michael Jackson entre otros).
Como veíamos que la gente llevaba cerveza creimos que la vendían, pero no. Preguntando, nos fuimos al bar del pueblo donde por 800 kr (más de 5 EUR), pudimos tomarnos una cerveza. Luego volvimos al hotel coincidiendo con los fuegos artificiales.
Pero luego también encontramos que las vistas de la habitación (como las de todas las del hotel) son al fiordo y que cenamos muy bien: nos comimos una "sopa" de cordero islandés buenísima. Además el encargado del hotel era muy amable y nos dio para degustar pizza de bacalao que estaba buenísima. A la mañana siguiente también nos encontramos con un buen desayuno.
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