miércoles, 14 de enero de 2015

Primera salida con nuestros mellizos

Como se puede apreciar este verano ya no hicimos ningún viaje: vinieron al mundo nuestros mellizos. Al principio pensamos que podíamos alquilar algún apartamento en la playa o ir a un camping con bungalows o algo así... Pero para estar cambiando pañales y dando biberones cada 3 horas, pues ya lo hacemos en casa que tenemos más medios y más cómodos.

No estamos fastidiados para nada. Al contrario, estamos deseando poder viajar con ellos. Es una nueva etapa.

Pues bien, este fin de año nos aventuramos, sólo la noche del 31, a salir a cenar fuera al mismo sitio que fuimos el año pasado: Hostal del Castell de Gimenelles. Es muy tranquilo y pudimos tener una habitación ancha donde nos pusieron por cortesía dos cunas. Por suerte la cama también era amplia y uno de los niños durmió finalmente con nosotros, ya que estuvo pasando una mala noche (el otro durmió sin problema).

Los niños se portaron estupendamente: les dimos la merienda y después de un rato los bañamos. Después del baño estuvieron un poco irritables. Suponemos que todos los del hostal al oír los llantos se esperaban una cena ruidosa, pero nada más lejos de la realidad: se durmieron a su hora y sólo se despertaron porque a las 12, al no funcionar las campanadas en televisión, las hicieron con una campana in situ. Pero así tuvimos ocasión de estar un ratito más con ellos y ponerles gorritos y guirnaldas del cotillón.

El menú estuvo muy bien y los vinos y cavas también. Destacamos el canelón de setas y el vino tinto que nos sirvieron.

Los entrantes fueron jamón y torta del casar junto con cava:





De primero una ensalada de escarola cabello de ángel y foie, canelón de setas con bechamel de ñora, consomé de rape y ortiga de mar rebozada con espinacas:





De segundo bacalao y corazón de entrecot:



Probamos este vino tinto de Jané Ventura en botella magnum, buenísimo (vino muy tarde con la ternera :():


Y dos vinos blancos uno de macabeu y otro de xarel·lo:


Todo estuvo muy bueno, la velada muy tranquila y el trato muy bueno también. 

Aunque los niños son muy "portables", lo que no es portable es todo lo que conllevan. Una vez todo sea más fácil (papillas, pañales, carrito...) seguro que nos aventuramos más lejos!!!