Empezamos con un vuelo de ida con Ryanair. Hay que tener un poco de paciencia ante las colas y las ganas de los empleados de cogerte con peso extra o de hacerte pasar por su medidor de maletas y ver que tu equipaje de mano es demasiado grande. Supongo que tienen un cupo que cumplir de estos casos: o van a comisión o a amenazas.
Hemos dejado el coche en el parking de larga estancia (caro) y nos ha traído a la T2 un pequeño autocar.
Ryanair es un ejemplo de negocio que funciona a pesar de tratar fatal a sus clientes por sus preciis bajos. Lo malo es cuando coges el billete a ùltima hora es que no es a precio low cost y el trato es igual de exquisito.
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